Se aproximaba el centenario de su nacimiento. Devoto del aula desde casi toda mi vida, hice un paréntesis en mis actividades docentes en la Universidad Nacional de San Juan para coronar un anhelado proyecto: grabar un CD con la obra integral de Mimita, rindiéndole homenaje y expresándole por siempre mi profundo agradecimiento.
Finalmente, como expresara en el inicio de la página, el trabajo discográfico se realizó en septiembre de 2007 en los Estudios Rapp de Buenos Aires. Fue muy grato trabajar con Jorge, quien utilizó para la toma de sonido micrófonos Earthworks TC 30 K.
El detalle comprende 23 piezas originales, dos de ellas inéditas. Se completa el catálogo con dos arreglos de temas populares anónimos. Mimita, en su modestia, no daba gran valor a sus creaciones, afirmando en los reportajes que, “…un auténtico compositor no requería tener el instrumento entre manos a la hora de escribir”, como era su caso. Quizás haya sido este discutible parecer una de las razones que la alejaran definitivamente de la composición promediando la década del sesenta.
Acompaña al CD un cuadernillo informativo con datos biográficos de la insigne artista, como así también sobre cada una de sus obras. La mayoría de ellas inspiradas en nuestras raíces folklóricas, reflejan una entidad creativa con todos los matices que caracterizan sus antológicas interpretaciones. El noroeste argentino captando su esencia ya desde niña en sus primeros viajes por el interior del país. La llanura, “con las dos inmensidades”, como decía Mimita toda vez que recordaba sus paseos de infancia en la estancia de sus padre.
Poco afecta a tocar con orquesta, se definía como persona solitaria y como tal abrazaba al “más íntimo y solitario de los instrumentos”. Decía la Maestra: “Es confidente, discreta, habla al oído, la guitarra es como la prolongación del corazón convertido en música…siempre ha sido buena compañera de los hombres”.
Sin buscarlo de mi parte, el Maestro Eduardo Falú, admirador y amigo de Mimita, enterado de que yo acababa de grabar su obra integral, me dio una sorpresa: ubicó donde me había alojado y se comunicó preguntándome: “Changuito (me llamaba así desde mis comienzos con la guitarra)…por fin voy a conocer toda la obra de Mimita!…Qué vas a hacer con tu grabación?…No quieres que te presente una muy buena gente con la que hice trabajos?” La propuesta de este gran artista, amigo y también representado por mi padre a lo largo de muchos años, me llevó a conocer los directivos de Discográfica Pretal, en quienes advertí de inmediato su interés por rescatar las expresiones que hacen al patrimonio artístico musical de Argentina.
Mi reconocimiento a Eduardo Falú, por su espontáneo gesto y también por haberme ilustrado un poco con los rasgueos en nuestra música folklórica en mi niñez.
Curiosamente, como si telepatía de por medio nos hubiéramos comunicado, dos discípulas de la Maestra también rindieron tributo en 2007 grabando sus obras, son ellas: María Isabel Siewers y Carmen Becerra. ¡Enhorabuena! Mimita lo merece.
Una vez más, gracias por visitar esta página.
